Nota del Mes


APRENDIZAJE, HERMANDAD, SERVICIO

“Unidad en la diversidad. Necesitamos la variedad, pero podemos disfrutar de ella solo si recordamos la Unidad que la sustenta”
Sri Swami Satchidananda

Estas tres palabras “aprendizaje, hermandad y servicio” son el desafío a atravesar en estos difíciles tiempos.

Si bien muchos santos, sabios y profetas nos han hablado durante centurias de la Hermandad y el Servicio, la mayoría de nosotros no pudo llevar la enseñanza a la práctica; y cuando lo enseñado no es materializado, significa que no hubo Aprendizaje.

Aprender, ya no se trata de la escuela, la universidad, un curso, o un arte; en estos tiempos el aprender se trata de uno mismo, de una sabia capitalización de cada experiencia que vivimos. En cada situación podemos aprender de nosotros mismos, hermanarnos en lugar de enojarnos, y servir. “Aprender a Amar”. Aprender a ver el despliegue de un Plan Divino en el diario vivir.

Servir no se trata de hacer algo grande. Hay una gran diferencia entre hacer y servir. En el servir está implícito el hacer, pero en el hacer puede no existir el servir. Servir es hacer algo con consciencia amorosa y desinterés; es pensar y vivir de manera simple, es hacer el bien siempre que se pueda, es ser paciente, amable, bondadoso, es ocupar bien el tiempo en cosas útiles para muchos, es descansar cuando estamos cansados, es sonreír, es cantar, es ser agradecido por la lluvia de bendiciones que recibimos día a día.

Hermandad no es solo una actitud para con “mis” hermanos de familia y amigos. Es la hermandad con la creación entera. Para sentirnos hermanados hay que sentir (no pensar) el amor que sustenta la vida en todas sus formas, y que es imposible de separar. Solo el corazón puede entender la expresión “hermandad” y vivirla. La mente vibra en la dualidad (separación), el corazón vibra en la unidad. Cuando la mente se centra en lo pequeño y oscuro, no podemos ver la inmensidad, la luz y la unidad subyacente.

La humanidad tiene un futuro próspero, estamos en el medio de una bendecida etapa de transformación. Terminado este proceso estaremos renovados, livianos, inmersos en el Amor.

Así como el niño sufre cuando pasa a ser adolescente y cuando el adolescente pasa a ser adulto, así también son de desafiantes los procesos evolutivos. No estamos solos, ayudémonos mutuamente a crecer y salir de la ignorancia espiritual; despleguemos nuestras alas y exploremos nuevos horizontes, nuevas formas de pensamiento y de vivir, aceptemos las diferencias, soltemos el miedo a Amar.

Que podamos encontrar nuestro camino, y aunque sea diferente al del otro, lo respetemos entendiendo que todos van al mismo lugar. Que transitemos por la vida con mayor consciencia amorosa, alegría y gratitud por el bien de todos.

Om Shanti